lunes, 30 de julio de 2007

Fin de vacaciones!

Ya! Se acabó. Vamos a dejar de hablar de mí y volveremos a lo que nos convoca o lo que me convoca: escribir sobre cualquier cosa, el mundo, los pajaritos, los árboles, las flores, la vida, la gente, la obesidad, la comida, la calle, cualquier cosa, menos de mí.

Voy a tener que usar la cabeza otra vez, porque se terminaron las vacaciones y hay que juntar todas las partes del cuerpo para volver a funcionar. ¡Qué mala suerte!

Lo único que me gusta de esto de tener que juntarme conmigo misma otra vez es que voy a escribir de nuevo. Qué rico. :)

Será.

Nos veremos cuando se me ocurra otra geniaaal idea.

Muak.

Yo, la Ballenita A.

sábado, 28 de julio de 2007

Mundo Paralelo

Cada vez estoy más segura de que he creado un mundo paralelo, en el que tú existes.

Hoy sentí el sonido que hacías con tu cadenita que tenía la medalla de la Virgen con Jesús en brazos.

En mi mundo, tú existes.

Cansancio

Hoy es sábado. Hay sol. Hace calor. Hay una brisa que refresca y todo brilla. Parece primavera. Me dan ganas de hacer cosas. Parece que hubiese despertado de un largo sueño en el que recuperé mis energías.

Quiero salir...ir al cerro San Cristóbal y subierlo a pie como cuando era chica y mi tío nos llevaba a mis primos, a mi hermana y a mí. O ir a andar en patines en el Parque O'Higgins. Recuerdo que alguna vez lo hice y me gustó. También me dan ganas de ir a Los Andes y recorrer por ahí. Comer empanadas y subir los cerros, imaginando que vamos a llegar a la cima, con mis primos, siempre. Si no es con ellos, no es lo mismo.

Qué ganas de ir al Centro y pasear, sin afán de nada. Caminar y caminar. Mirar a la gente. Los colores de las cosas que venden en la calle siempre me llaman la atención. Sentarme en un banco igual que un abuelito y mirar cómo todos pasan. Qué ganas de ir a leer al Parque San Borja. Antes lo hacía, pero dejé de ir cuando un tipo medio extraño se me sentó al lado y me empezó a preguntar qué andaba trayendo...jajaja

También iba a leer al Parque Forestal y me daba una vuelta por el MAC y el Bellas Artes, para ver puras cosas que me agradaban, pero que nunca entendí. Me dan ganas de hacer un asado en la casa e invitar a toda la familia. Conversar hasta tarde. Relajados, disfrutando del sol, ríendonos. Escuchando cuecas y tonadas, como si fuera 18 de septiembre. De repente, luego de un rato, podríamos animarnos y hasta bailar un poco. Como antes.

Qué ganas de celebrar un cumpleaños con todo. Pizza, torta, pancitos, helado con crema y malicia en copones de cerveza. Podría sentarme en el patio y leer toda la tarde. Así nada más.

Tantas cosas que me gustaría volver a hacer y que hoy por ser "Grande" no puedo darme el gusto de disponer como yo quiera de mi tiempo. Siempre estoy cansada. Siempre hay compromisos con personas. Trabajos que entregar. Pero el motivo más grande es el cansancio. Como si nunca me fuese me fuese a recuperar. Estoy condenada a arrastrar las patas por la vida. A hacer las cosas sin ganas. O hacerlas bien y con ganas, pero después quedar muerta y no querer ver ni siquiera a mis amigos. Mal.

Espero que algún día vuelva a sentirme como antes. Necesito vacaciones de años para eso. Je. No me alcanza con unas de 3 semanas. Eso no es nada.

jueves, 26 de julio de 2007

Agua

En mis vacaciones yo nado. Nado, porque no me canso. Nado, porque puedo pensar y nadar, ¡al mismo tiempo! Nado,porque me siento como una ballena en su ambiente natural. Nado, porque me puedo estirar entera y el espacio no me apreta. Nado, porque en el agua no importa lo torpe que sea: floto igual. Nado, porque después no se me agarrota el cuerpo. Nado, y mientras lo hago, me imagino cruzando el Canal de Chacao o un océano entero.

Nado, porque en el agua, todo mi desparramo de persona, se hace uno. Y me confundo con el agua. Floto y el agua no sabe que soy yo, porque me puedo camuflar muy bien. Nado, porque me gustaría que algún día ya no tuviera que camuflarme y mis células simplemente se dispersaran en el agua. Nado para parecerme a ella, para llegar a ser como ella.

Así, si hace calor, me evaporo y me voy al Cielo un rato. Quizás qué puedo descubrir ahí. A lo mejor me encuentro con mi papá. En una de ésas, él está con mi Tata viendo el fútbol y por ahí mi Tía Carmen, revolviéndola en el coro del Cielo. Después, cuando haga frío me puedo convertir en agua otra vez y caer a la Tierra, para venir a ver a mi familia y amigos. No tendría que decidir entre el Cielo y la Tierra, podría estar con todos los que quiero. Y después cuando haga calor, me iría otra vez...

Me gustaría ser agua para compartir mi vida entre el Cielo y la Tierra.

Me gustaría ser agua para no perder pan ni pedazo, je.

Muakiizz para mí! Y para todo el mundo que quiero!

miércoles, 25 de julio de 2007

Productividad y dispersión

Mmmm....está terminando julio y hay que hacer un balance del mes. La productividad ha estado mala. Casi nula. Parece que he estado concentrada en otras cosas. Julio ha sido un mes difícil. Las vacaciones han sido difíciles. Parece que apagué mi sistema creador, junto con mi sistema mateo- académico...je. Bueno, ninguna neurona me funciona. No me hacen sinapsis. Sólo me sirven para sacarme fotos... Fueran buenas siquiera....pero es que están de vacaciones...alcoholizadas, voladas, somnolientas.

Tengo mil ideas, se agolpan para salir, pero mi cerebro se separó de mi cuerpo y no le puede decir a mis manos que escriban. En vacaciones, mi cuerpo descansa de sí mismo y cada parte se toma un tiempo para sí misma. Es momento de dispersión y mi cuerpo se ha dispersado literalmente.


Mis manos hacen lo que quieren. Toman cosas, rompen cosas, apretan. Sí, apretar les gusta mucho.

Mis piernas caminan lento, se cruzan, a veces bailan (aunque eso lo hacen todo el año, no sólo en vacaciones). Mis ojos ven lo que quieren ver y mis oídos oyen lo que quieren oír. Mmmm....del olfato ni hablemos. Huevón flojo... se quedó dormido y no piensa despertar ni siquiera cuando se terminen las vacaciones. Balsa, como diría mi papá.
Así... mi pelo se ordena como quiere, se para, se arremolina y se ondula.

Mi cerebro piensa lo que quiere, lejos del resto del cuerpo, porque lo encuentra muy terrenal y vulgar. Así que las ideas están, pero hay que esperar a que mi mente se digne a trabajar con las herramientas que le corresponden y deje de mirar en menos a los que están más abajo que ella.


Además....igual hay ratos de trabajo....arduo, por lo demás. Pero no son cosas para el blog...uh...que pena...pobre y abandonado blog. Bueno, ya volveré a tí, cuando tenga cosas bloguísticas que publicar.


Muakz con amor para mí
Muakz para quien quiera leer la reflexión de vacacionestiempobuenoparasalirajugar.

lunes, 9 de julio de 2007

La venganza del cliente resentido

"Estimado cliente: En cinco minutos más su tienda La Bella Feria cerrará sus puertas para volver a atenderlo el próximo martes dos de enero, a partir de las 11:00 horas".

"Estimado cliente: Son las 19:00 horas, su tienda La Bella Feria cierra sus puertas para volver a atenderlo el próximo martes dos de enero, a partir de las 11:00 horas".

Una bocanada, ganado, ola, marejada, choclón, masa de gente desesperada corre como en las películas de acción cuando se cierran las compuertas para huir y el héroe se tira de guata al suelo para salir. La única diferencia es que en en este caso, la masa humana trata de entrar.

¡Es 31 de diciembre! En cinco horas más comienza un nuevo año y este montón de seres ávidos de productos para vestir, menaje, perfumería, electrónica, etcétera, parecen no tener ninguna cena que preparar, ninguna ducha que tomar para emperifollarse, ninguna familia que los espere para el abrazo de las 12, nada. ¡Nada!

Están todos locos. Las cajas se llenan de clientes que se quiren llevar las cosas como sea. No importa si la polera tiene un hoyo, si el pantalón no tiene cierre o si la falda está descosida. Incluso más: no les importa si no les queda bien, porque después lo pueden cambiar. Todos compran para cambiar. "Oh...¡Qué lindo el pantalón! Me lo llevo. Pero no me lo probé... ¡Señorita! ¿Lo puedo cambiar después?". Una gorda con cara de apestada,repite la cantaleta: "Son diez días para devolución, un mes para cambio y tres meses de garantía...".

Es por llevarse algo, por no salir de ahí con las manos vacías. Con una sensación extraña por dentro. Con la idea de que algo les falta, aunque no hayan perdido nada. Eso les falta: lo que no han comprado, ni poseído jamás.

Compran cualquier cosa, sin pensar, para ellos mismos y para quienes los rodean. Por eso antes de Navidad se lo llevan todo y después devuelven y cambian todo. Porque a nadie le gustó ningún regalo. Obvio, si la polera no la compraron, porque a la Panchita no sé cuánto le gusta usar poleras con brillo y un tremendo escote en la espalda. ¡No! La compraron, porque era de la promoción de dos poleras en $14.990.

Tres días espués llega la Panchita con su polera para cambiarla y no encuentra que le guste. Cuando por fin encuentra algo, hace una eterna cola. Espera media hora, para que cuando llegue su turno le digan que sólo tiene $7.495, no los $14.990. Así empieza todo un show para mejor llevarse otra polera de la promoción, porque así le dan el total de la plata. Un espectáculo memorable.

Ya son las 19:30 y aún hay personas que pretenden probarse ropa. Que les bajen esos pantalones que yo no sé para qué los ponen tan arriba. Nadie sabe qué contestar. Será porque la tienda quiere meterle la ropa por dónde sea a la gente y sacan y sacan prendas, aunque ya no haya espacio. Los vendedores se limitan a ir a buscar la ganchera, un pedazo largo de fierro o palo, con un gancho en la punta, para bajar lo que el cliente quiera.

Hace 35 minutos que la tienda La Bella Feria cerró sus puertas para volver a atender al público el próximo martes a partir de las 11 horas. Todavía quedan personas en las filas de las cajas.

¡Por favor! ¡Vayan a sus casas! ¡Preparen su cena, pónganse su ropa de mall, abrácense a las doce y vean los fuegos artificiales! No vale la pena. A nadie le importa el cambio de año. Estar con la familia...nadie está ni ahí con nada.

Es una venganza. La venganza del cliente que tantas veces ha sido abandonado a su suerte, botado, dejado de lado, ignorado. La venganza del cliente que ha tenido que esperar paciente durante el año a que se termine de atender al que lleva más cosas, al que compra lo más caro, porque eso da más comisión.

Ese cliente ha cultivado entre compra y compra, el sentimiento del comprador resentido que busca dificultarle la labor y la vida a los vendedores desgraciados que alguna vez le dieron la espalda por ir a besarle el poto a algún comprador con más poder adquisitivo.

Hoy, 31 de diciembre, año 2006, ese comprador rencoroso está dando rienda suelta a su ira reprimida, haciendo que las filas en las cajas sean interminables, desordenando la ropa que no piensan llevar y pidiendo objetos que están en lugares difíciles de alcanzar. Todo para que ese vendedor que alguna vez cambió al comprador humilde por el platudo, sufra por no poder llegar a su hogar a la hora de la cena, por no poder llegar luego a preparar la cena, por no poder llegara tiempo para ducharse e ir a comer con sus familia, por no poder llegar a tiempo para ordenar la casa, vestirse, arreglar a los niños y recibir a los suegros. Que sufra por tener que quedarse ahí.

La idea del comprador resentido es que este día tan especial, el vendedor codicioso, hambriento de comisiones, que atiende de mala manera, sienta esa ira reprimida, cultivada compra tras compra, cambio tras cambio. Que sienta la furia caer como un torrente contra el que no se puede luchar, del que no se puede huir, no se puede evitar. A ese fenómeno del cliente herido en su orgullo sólo queda hacerle frente, como sea, aunque signifique la ruina deL Año Nuevo, porque el cliente siempre está primero, como dice la chapita en la solapa de la camisa.